Garcilaso de la Vega -recordad, poeta renacentista del siglo XVI- en su Égloga III ponía en boca de un pastor, de nombre Tirreno, una reflexión sobre el oficio del poeta: decía que era capaz de cantar al amor incluso cuando la muerte le hubiera vencido. Y lo hacía con estos versos:
Y aún no se me figura que me toca
aqueste oficio solamente en vida;
mas con la lengua muerta y fría en la boca
pienso mover la voz a ti debida.
Y de estos versos, Pedro Salinas -recordad, poeta de la llamada Generación del 27- tomó el título para un libro al que siempre se recurre cuando se quiere leer versos que hablen de amor: La voz a ti debida (1933)
Y de cartas de amor era el Certamen literario que convocó el Departamento de lengua y literatura de nuestro IES y en el que Fátima Jiménez y Marta Mora nos dejaron palabras tan cálidas como estas:
"No existen fronteras que nos impidan estar juntos. No existe el dolor, ni la amargura. Nos queremos".
Gracias, Fátima, alumna de 3º B, por tu participación y enhorabuena por tus palabras.
Y lo mismo para Marta Mora, de 4ºA, que ensalzó en su carta el valor de la amistad:
"Yo he aprendido que los que siempre están ahí son los amigos, y por ello te escribo esta carta."
Seguid escribiendo, chicas, y seguid leyendo. Atenea, en pleno proceso de cambio, os ofrecerá siempre cobijo.
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