"...Quiero quedarme en medio de los libros/ en ellos he aprendido a dar mis pasos/ a convivir con mañas y soplidos vitales / a comprender lo que crearon otros / y a ser por fin este poco que soy." Mario Benedetti

jueves, 22 de diciembre de 2011

SEGUNDA TERTULIA LITERARIA

   El viernes 16 de diciembre celebramos nuestra segunda tertulia literaria. Todavía no se habían extingido del todo los fuegos de los exámenes del primer trimestre, y eso se notó en una menor afluencia de estudiantes. Aun así, la tertulia resultó de lo más interesante:
 -Nuestro compañero Jose Mª, profesor de matemáticas, se vistió de gentelman para presentarnos una de las lecturas a las que se aficionó desde niño, de la mano de su padre, las aventuras de "El príncipe valiente en la corte del rey Arturo", dibujadas con mimo por el canadiense Harold R. Foster, hasta tal punto que este autor confesaba dedicar a la realización de cada página cincuenta horas de trabajo. Lo pudimos comprobar con algunas láminas que Jose Mª, un buen coleccionista, nos mostró. La serie ha traído una enorme influencia en la historia del cómic mundial y ha servido de inspiración a otras historietas ambientadas en la Edad Media. Por ejemplo, en España, el guionista de "El capitán Trueno", Victor Mora, declaró que creó esta historia teniendo como punto de referencia la obra de Foster. Jose María nos mostró también un ejemplar de la serie en blanco y negro, elaborado a partir de fotocopias de los originales y con un cuidadoso trabajo de reconstrucción por parte del portugués Manuel Caldas, que invierte en la restauración de cada página casi el mismo tiempo que Foster en dibujarlo; incluso el rotulado es exacto al del original inglés, que no utiliza los típicos "bocadillos". Según los críticos, es posiblemente la mejor edición que se haya hecho de la serie en todo el mundo. Gracias a Jose María, en nuestra recién bautizada Atenea, se han escondido entre las estanterías los Caballeros de la Tabla redonda, y el príncipe Valiente cuchichea con Lancelot y la reina Ginebra y hasta con el mismo rey Arturo. Y si nos quedamos en silencio, se puede oír el épico estruendo de espadas, lanzas y escudos que se entrechocan al pie de lejanos castillos, donde los caballeros se enfrentan a los malvados hunos o a los sagaces sajones.
- Y además, una sorpresa: ¡cuántas veces habremos estudiado y citado a nuestros alumnos la famosa técnica del manuscrito encontrado sin percartarnos que a nuestro lado se producía el mismo fenómeno!: Paco, nuestro compañero, profesor de Educación física y aguerrido espantador de muermos allá donde quiera que se encuentren, se confesó encontrador de los manuscritos de un tal Slovodan Ivich, autor checo, poco conocido en estos lares, pero, gracias a la trabajosa traducción de Paco, apreciado desde ahora por todos nosotros por sus agudas reflexiones, sus fintas verbales y su fina ironía. Invitamos a Slobodan a participar con nosotros en este blog, porque nos ha dejado boquiabiertos y cariacontecidos puesto que alguno de los contertulios sugirió la malévola idea de que Slovodan ganaba mucho con la traducción de Paco y que este era, verdaderamente, el que tenía más mérito de los dos. ¿A quién creer? Simplemente digamos, para resumir, que Slovodan Ivich es a Paco  lo que Cide Hamete Benengeli es a Cervantes, o lo que era Augusto Perez, en la novela "Niebla", a Unamuno, al que se enfrenta en un capítulo. ¿Estamos ante una pirueta literaria metaficcional? ¿Nos hemos vuelto todos locos? ¿Nos tocará la lotería? ¿Será Slobodan Ivich el eslabón perdido entre Les Luthier y Paco, nuestro olímpico creador de chanzas?
   On verra. Hasta la próxima tertulia en la que comenzaremos por un autor del que Luismi nos adelantó unas cuantas pinceladas: Stanislaw Lem, uno de los mayores exponentes del género de la ciencia ficción salpicado de un tono satírico y filosófico. Estamos deseando saber de él.


   Gracias a todos, y especialmente a Jose María, Paco y Luismi. Que los Reyes Magos nos traigan muchas historias e ilusiones, de ficción o reales. Hasta el año que viene.
                                                                                                          Ana Ozores

1 comentario:

  1. Seguro que Slobodan Ivich se habría llevado bien con el Stanislaw Lem satírico (aunque puede que no tanto con el científico-filosófico, jejeje). Como las reflexiones de Ivich sobre el número 11, el extracto de Lem que os quiero leer el próximo día probablemente os arranque risas por su mordaz sarcasmo. Hasta entonces, contertulianos.

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